viernes, 24 de septiembre de 2010

AVISO SOBRE LA CLASE DE HOY 24 DE SEPTIEMBRE

Queridos alumnos,
La clase de hoy será en la sala Nezahualcóyotl a la misma hora de siempre (17 hrs.)
Saludos a todos,
Nos vemos por allá.

2 comentarios:

  1. Gaby,

    Finalmente no te pudimos encontrar el viernes. Sin embargo, Vicky y yo vimos cuando saliste a mitad de la anodina apología que Vargas Llosa fue a hacer de su obra. Vale decir que nosotros queríamos salirnos también pero yo había dejado una pregunta para Vargas Llosa (¿Qué opina de las palabras de Roberto Bolaño en "Los mitos de Chutulhu" cuando afirma que "la mejor lección de literatura que dio Vargas Llosa fue salir a hacer jogging con las primeras luces del alba"?) y estaba esperanzado a que la leyeran. No fuer así. Ni modo.
    Me quedo con la honestidad transparente de José Emilio, con su miopia y su miedo escénico, con sus afirmaciones que parecen disparates de un abuelo enfermo. Me pareció muy enriquecedora la charla porque tocó puntos básicos sobre la poesía, como eso de que a los niños les gusta jugar con las palabras, torpemente, quizá, pero lo hacen, costumbre que muy pocos llevan hasta la adultez. Considerar la poesía como una forma de permanencia, la memoria no para añorar (me gustó esa frase: "nostalgia es hacer un pasado de Disney") sino como el único medio para que los eventos tengan una permanencia continua (lo cual me recordó en cierto sentido la Introducción a "L'érotisme", de Bataille). Las palabras de José Emilio me llevaron a la siguiente reflexión: considerando la memoria como un medio para la permanencia, ¿no es entonces la sola percepción individual del poeta la que permanece, con lo cual se podría decir que el lenguaje es sólo un conjunto de individualidades y no es común sino en un aspecto fundamental? Luego entonces, esa escisión que Pacheco encuentra entre autor y obra estaría cifrada justamente por el lenguaje porque hay un desprendimiento del mismo, un abandono, una pérdida irreparable que sólo la memoria (y ahora mismo lo veo recordando los versos que escribió a los veintiún años) es capaz de restituir.

    salut,
    alfredo lèal

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  2. Como suelo contestar a casi cualquier pregunta de este tipo: no lo sé.
    Pero, de entrada, me vienen a la mente otras dos preguntas: ¿qué tan individual es un individuo? y ¿por qué una individualidad particular tiene permanencia?
    Espero que pronto lo podamos discutir.

    Un saludo,
    Gabriela

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