jueves, 7 de octubre de 2010

Sintaxis

Manifiesto futurista - Filippo Tommasso Marinetti

1. Queremos cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y de la temeridad.
2. El coraje, la audacia, la rebelión, serán elementos esenciales de nuestra poesía.
3. La literatura exaltó, hasta hoy, la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso de corrida, el salto mortal, el cachetazo y el puñetazo.
4. Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza, la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con su capó adornado con gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo... un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga, es más bello que la Victoria de Samotracia.
5. Queremos ensalzar al hombre que lleva el volante, cuya lanza ideal atraviesa la tierra, lanzada también ella a la carrera, sobre el circuito de su órbita.
6. Es necesario que el poeta se prodigue, con ardor, boato y liberalidad, para aumentar el fervor entusiasta de los elementos primordiales.
7. No existe belleza alguna si no es en la lucha. Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede ser una obra maestra. La poesía debe ser concebida como un asalto violento contra las fuerzas desconocidas, para forzarlas a postrarse ante el hombre.
8. ¡Nos encontramos sobre el promontorio más elevado de los siglos!... ¿Por qué deberíamos cuidarnos las espaldas, si queremos derribar las misteriosas puertas de lo imposible? El Tiempo y el Espacio murieron ayer. Nosotros vivimos ya en el absoluto, porque hemos creado ya la eterna velocidad omnipresente.
9. Queremos glorificar la guerra –única higiene del mundo– el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las bellas ideas por las cuales se muere y el desprecio de la mujer.
10. Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todo tipo, y combatir contra el moralismo, el feminismo y contra toda vileza oportunista y utilitaria.
11. Nosotros cantaremos a las grandes masas agitadas por el trabajo, por el placer o por la revuelta: cantaremos a las marchas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas, cantaremos al vibrante fervor nocturno de las minas y de las canteras, incendiados por violentas lunas eléctricas; a las estaciones ávidas, devoradoras de serpientes que humean; a las fábricas suspendidas de las nubes por los retorcidos hilos de sus humos; a los puentes semejantes a gimnastas gigantes que husmean el horizonte, y a las locomotoras de pecho amplio, que patalean sobre los rieles, como enormes caballos de acero embridados con tubos, y al vuelo resbaloso de los aeroplanos, cuya hélice flamea al viento como una bandera y parece aplaudir sobre una masa entusiasta. Es desde Italia que lanzamos al mundo este nuestro manifiesto de violencia arrolladora e incendiaria con el cual fundamos hoy el FUTURISMO porque queremos liberar a este país de su fétida gangrena de profesores, de arqueólogos, de cicerones y de anticuarios. Ya por demasiado tiempo Italia ha sido un mercado de ropavejeros. Nosotros queremos liberarla de los innumerables museos que la cubren por completo de cementerios.





Le Figaro, 1909.



Manifiesto técnico de la literatura futurista

1.- Es menester destruir la sintaxis disponiendo los sustantivos al azar, tal como nacen.
2. Los verbos deben usarse en infinitivo, para que se adapten elásticamente al sustantivo y no queden sometidos al yo del escritor que observa o imagina. El infinitivo del verbo puede dar el sentido de la continuidad de la vida y la elasticidad de la intuición que percibe.
3.- Se debe abolir el adjetivo, para que el sustantivo desnudo guarde su color esencial. El adjetivo teniendo en sí mismo el carácter alusivo, es incompatible con nuestra visión dinámica, puesto que presupone una pausa y una meditación.
[…]
6.- Abolir también la puntuación. Al haberse suprimido los adjetivos, los adverbios y las conjunciones, la puntuación queda anulada, en la continuidad variada de un estilo vivo que se crea por sí mismo, sin las pausas absurdas de los puntos y las comas. Para acentuar ciertos movimientos e indicar sus direcciones se emplearán signos matemáticos: + > < - : =, y signos musicales. […] 8.- No existen categorías de imágenes, nobles o groseras o vulgares, excéntricas o naturales. La intuición que las percibe carece de preferencias y partidismos. El estilo analógico es el dueño absoluto de toda la materia y de su intensa vida. […] 11.- Destruir en la literatura el "yo", o sea, toda la psicología. El hombre completamente averiado por la biblioteca y el museo, sometido a una lógica y a una sabiduría espantosa, ya no ofrece ningún interés. Por consiguiente debemos abolirlo de la literatura y finalmente sustituirlo por la materia, de la que se debe captar la esencia a golpes de intuición, cosa que jamás podrán hacer los físicos ni los químicos. Milán, 11 de marzo de 1912.







Primeros apuntes sobre la estética del Movimiento Hora Zero
- Juan Ramírez Ruiz

La vastedad y complejidad de la experiencia humana de este tiempo es tal que no puede ser registrada cabalmente por una poesía estrictamente lírica. Sólo una poesía que integre y totalice puede incorporar y ofrecer un válido registro de la experiencia de este tiempo sacudido por todo tipo de conmociones.
1.- No el lamento, entreguen júbilo poemas.
Todo el orbe es poesía. Todos los objetos, los sucesos, los hechos históricos del mundo y de la individualidad merecen ser expresados con el ojo crítico de la historia. Y más aún, a los hechos trivializados por la repetición es necesario darles proyección y lugar como hechos humanos trascendentes pero siempre con el ojo crítico de la historia.
La poesía integral aspira a una totalización, donde se amalgame el todo individual con el todo universal. Es decir, materia de un poema integral es la realidad acontecida y aconteciente; y que adviene en sucesos como expresión de los enfrentamientos de las clases en pugna. Esta materia se expresa en una emoción y sus efectos concomitantes; una idea y sus efectos concomitantes, y derivados llenos de energía movilizante.
Y en este punto cabe decir que el uso directo del tiempo, del espacio, de gente, de hechos que se protagonizan o no (estas son las épocas de la sinceridad) y también recuerdos, anhelos, sensaciones, necesidades, situaciones de todo nivel son sólo elementos de la materia de un poema integral.
2.-Los poemas en sí
Nos interesa la manera como es asumido el poema en todos sus aspectos y matices: estructura formal, sintaxis, etc., etc. Tiene que ser una creación absoluta. Todo poema en sí es una obra que vale por sí mismo. En cada poema es necesaria una forma diferente de decir las cosas. Y no es que se niegue o afirme la prevalencia de los contenidos sobre la forma o viceversa, sino que es necesidad urgente que los contenidos revolucionarios se expresen en formas revolucionarias.
Un poema integral intentará el entroncamiento de las reminiscencias y lo viviente en la particularidad proyectada a una generalización en base a una experiencia compartida a nivel de clase. La poesía integral hará aparecer la vida como es y como debe ser: ciclo continuo y totalidad indivisible que viene, va y se prolonga. Es decir, comenzar abriendo el poema y dejarlo abierto es consignar la Realidad. Es decir todo poema integral intentará postular el ritmo y el sentido del nuevo estilo de vida.
Entendido de esta manera, el poema no tiene fin, no concluye en tanto que la vida que genera no cese; su continuación está dada en la sensibilidad y en el conocimiento, y será reflejada en el plano de las relaciones humanas: De esta manera el Arte actuará como potencialidad transformadora, de esta manera el poema integral se ubicará dentro del contexto socio-histórico, eliminando el divorcio entre tiempo que se vive y problemática que se expresa, y se aproximará a la tierra intentando ser motivación para un cambio cualitativo.
Añado también, que un poema integral además de sus intrínsecos valores emotivos –sensoriales- imaginativos, debe tener un valor de eficiencia. Porque la asimilación de un poema integral es el movimiento permanente del mismo poema por el plano de la sensibilidad y del conocimiento. Además el poema al representar una sucesión de aspectos de la Realidad se convierte en una invitación o en un estímulo para un cambio cualitativo individual. Y esa invitación o estímulo es eficaz en tanto el escritor no falsee su materia y no mienta.
3.-El lenguaje
La ruptura en el plano lingüístico es fundamental, se trata de ubicar al lenguaje sencillo, popular, directo, duro y sano en la capacidad de expresar toda la energía de una experiencia latinoamericana en un lenguaje latinoamericano.
La tarea entonces, es la utilización de palabras vivas la revitalización de las palabras en estado de cáscara; y luego nos orientaremos a la aprehensión de lo “esencial-cotidiano” necesario para la enunciación de lo definitivo. La revelación de lo “esencial-cotidiano” y de lo efímero expresado en una alternancia continua producida por el tiempo y el espacio individual y ampliado por la consubstanciación, con la problemática común de los pueblos, es fundamental para la edificación del nuevo edificio verbal.
Y esto es tan fundamental como la guerra a las palabras fósiles, porque siendo nuestra principal preocupación la palabra, se quiere entonces palabras nuestras para poemas nuestros. Se quieren palabras nuevas, ideas nuevas para poemas nuevos.
El nuevo lenguaje será sencillo, directo, duro y sano. Hallará sus palabras en el habla popular, en el argot, en los giros populares y en la invención de nuevos términos. Y cuidado con el vocabulario de los oficios, con los modismos, con los refranes localistas: son viejos al nacer.
La nueva poesía latinoamericana debe ser instrumento de lucha contra los medios masivos de comunicación alienante que extravían y enajenan la identidad lingüística latinoamericana.
De otro lado: la cantidad de palabras fundamentales que tenía la poesía lírica para salvar la esencialidad de las relaciones humanas están siendo destruidas como nunca. La lírica que se valía de tales palabras no puede expresar ni abarcar la experiencia de este tiempo.
Y en esta época un lenguaje, un arte auténtico es aquel que logra transmitir una intensidad desalienante, que fortalezca y posibilite transformaciones.
Y en esta época y en esta lucha por un nuevo lenguaje, los diccionarios han perdido su valor significativo. Son inútiles para la creación. Y la semántica necesita un saneamiento.
Las palabras, los poemas se han escapado de los estantes, de los libros de las habitaciones; ahora caminan, viven en la calle, gritan, sudan, se caen de nuestra boca, aparecen al momento de nuestras relaciones, en el acontecimiento que estalla al momento de nuestras relaciones, en el acontecimiento que estalla sobre una avenida a las tres de la tarde con mucha gente o en el suceso de las 12 de la noche con dos personas en un parque: A cada momento acontece un poema.
4.-Sintaxis
La poesía integral declara la guerra al sustantivo y al adjetivo negativos. Porque el adjetivo es el caballo de batalla de lo pasado, de la bella mentira, siempre mal usado es el adorno, el colorido, la fofa belleza, el revestimiento de viejo lenguaje. Guerra al adjetivo. Y ruptura con la bella mentira.
El adjetivo ha sido la categoría gramatical más prostituida, siempre ha obedecido a intereses antihistóricos de todo tipo. La poesía integral, como sintaxis esencial, usará al mínimo adjetivos.
Con lo que respecta al sustantivo, esta categoría recorre el mismo camino que el adjetivo negativo, por lo que estamos en contra de ambos. Pero se atribuirá la sustantivización a un elemento, cosa o hecho minimizado por intereses antihistóricos, llenándolos con contenidos vivos para colocarlos en el plano de la vigencia. Paralelamente se trata de desustantivizar los sustantivos negativos, todo esto con el objeto de revelar más aspectos de la realidad con el lenguaje popular vigente.
De otro lado es fundamental la vitalización de las imágenes, ritmos y palabras hasta el punto que puedan desplazarse y ser olidas, tocadas, agarradas.
Es necesario dinamizar el poema, darle una vida más ágil, un sacudimiento más elástico, un movimiento más plástico.
El poema integral estará escrito con palabras vivas, capaces de abandonar el papel y sumarse a la historia individual de cada uno y mejorarnos.
Es absolutamente necesario destruir la sintaxis tradicional. Y es preferible ser contradictorio a construir un ritmo lánguido o repetir una imagen pálida, un débil giro.
[…]

Julio, 1970.



Piedra negra sobre una piedra blanca
- César Vallejo

Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...

En Poemas humanos, 1939.

Hoy me gusta la vida mucho menos...- César Vallejo

Hoy me gusta la vida mucho menos,
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.

Hoy me palpo el mentón en retirada
y en estos momentáneos pantalones yo me digo:
¡Tanta vida y jamás!
¡Tantos años y siempre mis semanas!...
Mis padres enterrados con su piedra
y su triste estirón que no ha acabado;
de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
y, en fin, mi ser parado y en chaleco.

Me gusta la vida enormemente
pero, desde luego,
con mi muerte querida y mi café
y viendo los castaños frondosos de París
y diciendo:
Es un ojo éste, aquél; una frente ésta, aquélla... Y repitiendo:
¡Tanta vida y jamás me falla la tonada!
¡Tantos años y siempre, siempre, siempre!

Dije chaleco, dije
todo, parte, ansia, dije casi, por no llorar.
Que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado
y está bien y está mal haber mirado
de abajo para arriba mi organismo.

Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga,
porque, como iba diciendo y lo repito,
¡tanta vida y jamás! ¡Y tantos años,
y siempre, mucho siempre, siempre siempre!




Entrada a la madera
- Pablo Neruda


Con mi razón apenas, con mis dedos,
con lentas aguas lentas inundadas,
caigo al imperio de los nomeolvides,
a una tenaz atmósfera de luto,
a una olvidada sala decaída,
a un racimo de tréboles amargos.

Caigo en la sombra, en medio
de destruidas cosas,
y miro arañas, y apaciento bosques
de secretas maderas inconclusas,
y ando entre húmedas fibras arrancadas
al vivo ser de substancia y silencio.

Dulce materia, oh rosa de alas secas,
en mi hundimiento tus pétalos subo


con pies pesados de roja fatiga,
y en tu catedral dura me arrodillo
golpeándome los labios con un ángel.

Es que soy yo ante tu color de mundo,
ante tus pálidas espadas muertas,
ante tus corazones reunidos,
ante tu silenciosa multitud.

Soy yo ante tu ola de olores muriendo,
envueltos en otoño y resistencia:
soy yo emprendiendo un viaje funerario
entre tus cicatrices amarillas:
soy yo con mis lamentos sin origen,
sin alimentos, desvelado, solo,
entrando oscurecidos corredores,
llegando a tu materia misteriosa.

Veo moverse tus corrientes secas,
veo crecer manos interrumpidas,
oigo tus vegetales oceánicos
crujir de noche y furia sacudidos,
y siento morir hojas hacia adentro,
incorporando materiales verdes
a tu inmovilidad desamparada.

Poros, vetas, círculos de dulzura,
peso, temperatura silenciosa,
flechas pegadas a tu alma caída,
seres dormidos en tu boca espesa,
polvo de dulce pulpa consumida,
ceniza llena de apagadas almas,
venid a mí, a mi sueño sin medida,
caed en mi alcoba en que la noche cae
y cae sin cesar como agua rota,
y a vuestra vida, a vuestra muerte asidme,
a vuestros materiales sometidos,
a vuestras muertas palomas neutrales,
y hagamos fuego, y silencio, y sonido,
y ardamos, y callemos, y campanas.




En Residencia en la tierra, 1935.




Mano Entregada - Vicente Aleixandre

Pero otro día toco tu mano. Mano tibia.
Tu delicada mano silente. A veces cierro
los ojos y toco leve tu mano, leve toque
que comprueba su forma, que tienta
su estructura, sintiendo bajo la piel alada el duro hueso
insobornable, el triste hueso adonde no llega nunca
el amor. Oh carne dulce que sí se empapa del amor hermoso.

Es por la piel secreta, secretamente abierta, invisiblemente entreabierta,
por donde el calor tibio propaga su voz, su afán dulce;
por donde mi voz penetra hasta tus venas hondas,
para rodar por ellas en tu escondida sangre,
como otra sangre que sonara oscura, que dulcemente oscura te besara
por dentro, recorriendo despacio como sonido puro
ese cuerpo, que ahora resuena mío, mío, poblado de mis voces profundas,
oh resonado cuerpo de mi amor, oh poseído cuerpo, oh cuerpo sólo sonido de mi voz poseyéndole.
Por eso, cuando acaricio tu mano, sé que sólo el hueso rehusa
mi amor - el nunca incandescente hueso del hombre-.
Y que una zona triste de tu ser se rehusa,
mientras tu carne entera llega un instante lúcido
en que total flamea, por virtud de ese lento contacto de tu mano,
de tu porosa mano suavísima que gime,
tu delicada mano silente, por donde entro
despacio, despacísimo, secretamente en tu vida,
hasta tus venas hondas, totales, donde bogo,
donde te pueblo y canto, completo, entre tu carne.



En Historia del corazón, 1954.

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